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Tutsin Pedro: Ser LGBTIQ+ en los pueblos originarios

Por Andrés ta Chikinib

Durante mi infancia, el único momento donde oí hablar de las personas de la diversidad sexual, fue cuando una tía que vivía a un lado de mi casa platicaba con mi madre sobre el chisme del momento de aquellos días.  Un par de señores casados con familia e hijos fueron encontrados al interior de la […]

Durante mi infancia, el único momento donde oí hablar de las personas de la diversidad sexual, fue cuando una tía que vivía a un lado de mi casa platicaba con mi madre sobre el chisme del momento de aquellos días.  Un par de señores casados con familia e hijos fueron encontrados al interior de la casa de uno de ellos; fueron llevados ante las autoridades de la comunidad  para aclarar la situación. Las autoridades, esposas y familiares les cuestionaron si ambos eran gay, si se gustaban, desde cuándo estaban teniendo relaciones, etc. Ambos negaron ser gay y todo los cuestionamientos, explicaron que ambos estaban tomando “pox” (aguardiente) y que sin planearlo y ni pensarlo terminaron en tal situación en la que fueron descubiertos por la esposa de uno de ellos. Los involucrados, no les quedó más que aceptar que ambos habían cometido algo mal y vergonzoso. En medio de confusiones y señalamientos se disculpó cada quien con su familia, se comprometieron ante las autoridades de la localidad de no volver a repetir la situación. Ese acontecimiento ya tiene años, al día de hoy del año 2023 muy pocos han de recordar ese hecho y las personas involucradas siguieron como si nada hubiera pasado.

Mi tía, que tenía una habilidad y memoria para los relatos que había oído contar su abuela, a raíz de aquel acontecimiento, comenzó a platicar con mi madre que en tiempos de su abuela había un hombre intersexual, que en aquella conversación lo nombra como Tutsin Pedro. Es importante aclarar que “Tutsin” viene de la palabra tuts (intersexual o gay en la lengua tsotsil). Según este tipo de relatos, las o los “tuts” nacen con los dos órganos reproductivos y se entiende que así los mando dios, sin embargo, cabe señalar que se reconoce también que una persona hombre puede ser tuts sin cumplir esa característica. En el caso de las mujeres lesbianas, parece ser desconocido dentro de la lengua y cultura tsotsil.

Tsotsil, retrato. Mediateca INAH.

Regresando a la historia de Tutsin Pedro, se relata que fue una persona alegre, cooperativo con las actividades comunitarias, que ciertos días iba con las mujeres a cargar leña y que se sumaba a las actividades propia de los hombres de la comunidad. Lo que destaco de este relato, es que no se percibe una condena o represión hacia la persona por su condición sexual. Esto me ha llevado a pensar que el señalamiento y la condena que existe últimamente hacia las personas de la diversidad sexual son prácticas no propias de los pueblos originarios, sino actos adoptados o impuestos durante la colonización, y sobretodo por la religión católica.

Tsotsil, retrato. Mediateca INAH.

En las presentes generación del municipio de Zinacantán, Chiapas, el ser gay, significa ser un hombre no completo en terminos de alma y conciencia: “ch’abal ts’akal xch’ulel o ch’abal ts’akal lok’ li vinike”, como dicen en tsotsil. En años recientes he visto el valor que han tenido algunos compañeros de este municipio, de vestirse con la indumentaria Zinacanteca y participar en las marchas de la comunidad LGBTIQ+, en redes sociales se ha hecho evidente la condena y el rechazo de aquellas personas, diciendo que antes en Zinacantán no pasaba o no había personas gay, que es una vergüenza para el municipio, que nomás están ridiculizando la cultura, etc. Ser una persona de la comunidad LGBTIQ+ actualmente en mi comunidad y municipio, parece estar entre la condena y la aceptación.