En un escenario donde la moda y la sociedad están en constante cambio, los diseñadores se encuentran en una encrucijada de innovación y adaptación. Lo que hoy está de moda, para mañana dejará de estarlo y es un ciclo en el cual como diseñadores nos hemos acoplado a trabajar para estar en tendencia y con […]
En un escenario donde la moda y la sociedad están en constante cambio, los diseñadores se encuentran en una encrucijada de innovación y adaptación. Lo que hoy está de moda, para mañana dejará de estarlo y es un ciclo en el cual como diseñadores nos hemos acoplado a trabajar para estar en tendencia y con nuestra visión de propuesta única. No obstante, en los últimos años, la palabra “sustentable” ha ganado una notable popularidad en nuestro país. Nos hemos vuelto conscientes de la profunda responsabilidad que esta palabra encierra en el ámbito del diseño, un compromiso que deberíamos siempre arraigar en el núcleo mismo de nuestras propuestas, pero ¿qué es ser sustentable? ¿Por qué es algo que hoy en día pareciera ser el único diferenciador cuando no comprendemos su estructura? O bien, que podemos comprender pero que solo la adaptamos para dar un indicio de los compromisos ante la cultura social y cultural.
Cabe destacar algo común: ser sustentable, no es el sinónimo de cambiar los materiales de nuestra prendas, o que ahora las colecciones deben ser totalmente de materiales orgánicos sin considerar los cuidados que ahora tienen las prendas a medida que hacemos estas modificaciones llevando consigo que el consumidor gaste más en energías para mantener la prenda en alargar su ciclo de vida (y a mayor coste). Conlleva mucho más allá y se pudiera decir que entrelazan una narrativa que no sólo redefine nuestra forma de vestir, sino también cómo interactuamos con nuestro entorno. Desde la pasarela hasta las tiendas, es explorar estas creencias para revelar verdades innegables que están transformando la industria de la moda en el país.
Entonces ¿cómo es esta visión? ¿Qué tiene de propuesta nueva?
Pongámoslo sobre una balanza entre mitos y realidades de la sustentabilidad para profundizar el tema.
Mito: La moda sustentable debe ser materiales 100% orgánicos
Realidad: La moda sustentable pueden ser materiales con mezcla poliéster
Parece ser el mito más común hoy en día. Sin embargo, al optar exclusivamente por materiales orgánicos en la composición de las prendas, se pasa por alto un aspecto crucial: las fibras utilizadas en la confección también requieren una atención específica para garantizar la durabilidad y, en última instancia, la prolongación del ciclo de vida del producto. Vale la pena destacar que la sustentabilidad no se limita a las fibras orgánicas, sino que también puede lograrse a través de la utilización de fibras ya existentes, incluso si estas combinan elementos como el poliéster con otros materiales. El verdadero enfoque sustentable radica en nuestras decisiones de compra, nuestro diseño y nuestra capacidad para minimizar el desperdicio en el proceso de fabricación.
Mito: La moda sustentable es costosa y exclusiva
Realidad: La moda sustentable puede ser accesible y legible.
Una de las percepciones más comunes es que la moda sustentable es un lujo inalcanzable. Que debe estar innovando todo el tiempo con materiales costosos o de procedencia de otras partes del mundo cuando en México, diseñadores locales están demostrando que la calidad y la ética no necesariamente van acompañadas de precios exorbitantes. Marcas comprometidas están creando prendas duraderas, utilizando técnicas tradicionales y materiales reciclados, proporcionando opciones accesibles y conscientes en sus producciones.
Mito: La moda sustentable es sólo transformar prendas existentes. Es el término “upcycling”.
Realidad: Transformar prendas no equivale necesariamente al “upcycling”.
Cuando decides transformar una prenda, esta alteración debería cumplir un propósito adicional más allá de la estética. ¿Cuál es la razón detrás de esta transformación? ¿Buscas prolongar su vida útil por necesidad o simplemente para explorar nuevas facetas? El “upcycling” es una técnica que busca aprovechar textiles existentes, evitando la generación de desperdicios. La metodología detrás de este concepto va más allá y usualmente los creativos se inclinan más a esta técnica pues permite ampliar los horizontes sobre materiales ya existentes.
Mito: La moda sustentable no tiene estilo y no sigue tendencias.
Realidad: la moda sustentable es innovadora y a la vanguardia.
La creatividad y originalidad siguen se fusionan de distintas formas. Hay diseñadores que fusionan técnicas artesanales con ideas contemporáneas, creando piezas únicas que van con las últimas tendencias siendo así un estilo individual combinado con una declaración de valores.
Mito: La moda sustentable es una moda pasajera.
Realidad: la moda sustentable es un cambio de paradigma duradero, no una “moda” convencional.
No es una tendencia fugaz, de hecho no es un “tendencia” ni algo que está por el momento. Es un cambio de sistema o paradigma que refleja una nueva mentalidad entre los consumidores y sus creadores. En México, esta filosofía se arraiga cada vez más en la toma de decisiones de los diseñadores y en las elecciones de compra de los consumidores conscientes. Un movimiento que evoluciona pero mantiene una responsabilidad.
Mito: La moda sustentable no impacta significamente, solo unos cuantos lo hacen posible.
Realidad: La moda impulsa cambios positivos.
Cada elección de moda sostenible en México contribuye a un movimiento más grande hacia la sostenibilidad global. Desde la reducción de desperdicios hasta la promoción de las prácticas con ética, culturales y sociales.
A medida que desenredamos los mitos y aceptamos las realidades, la moda puede ser hermosa y responsable al mismo tiempo. Es inspirador que la moda mexicana va abrazando esta realidad y que sirve para poner en práctica hacia un futuro no muy lejano con prácticas responsables que nos invitan a vestir no solo con estilo, sino también con un propósito trascendental.
Lo fascinante de estos temas es la oportunidad que nos brindan para ser agentes de cambios y contribuir a las soluciones que como diseñadores buscamos aportar a través de nuestras creaciones en la moda. México, con su rica cultura, gastronomía y turismo, nos presenta la dirección hacia un futuro donde la integración de la sustentabilidad es un camino que todos debemos emprender y adaptar.