La tradición del Día de Muertos en México es un recordatorio de que la vida y la muerte están interconectadas. Este día nos invita a honrar a nuestros seres queridos que han partido, no solo con tristeza, sino con celebración y amor. Los altares de muertos son el epicentro de esta tradición; representan la fusión de la memoria y la cultura, sirviendo como un espacio donde lo sagrado se encuentra con lo cotidiano.

Además de ser una conexión con nuestros antepasados y un momento para reflexionar al lado de nuestros seres queridos, los altares u ofrendas, pueden ser también una experiencia estética, con un alto valor decorativo en nuestros espacios.

El florista mexicano Jesús Morelos explora la idea de las ofrendas y les agrega un valor visual y decorativo que eleva esta experiencia, convirtiéndola en un agregado visual y armónico. A continuación, Jesús nos brinda 5 tips para hacer de nuestros altares de muertos el mejor espacio de nuestra casa:

1. Elige un espacio (mueble) dentro de tu casa para armarlo.
2. Comienza con el acomodo de los elementos tradicionales del altar (foto, bebida, comida y gustos del difunto).
3. Agrega accesorios decorativos que se conviertan en la pieza clave para fusionar lo tradicional con un enfoque actual. Estos pueden ser libros, esculturas, floreros, figuras… La clave está en lograr una armonía saturada.
4. ¡Velas! Muchas velas de todo tipo y forma.
5. Flores: te recomiendo el cempasúchil como principal y alguna otra que te guste para hacerlo aún más personal.

¡Y listo!

No olviden jugar con las alturas, distribución y volúmenes a la hora de acomodarlo. De esta manera, lograrán hacer un pequeño set que honre a sus antepasados y luzca súper cool en sus espacios.

Porque al darle estilo a tu casa, le das estilo a tu vida.

Así, al dedicar tiempo y esfuerzo a construir un altar, estamos contribuyendo a la continuidad de una tradición que nos enriquece y nos une. Lo que empieza como una decoración estética se convierte en un acto profundo de amor, respeto y celebración de la vida, recordándonos que cada instante vivido es un homenaje a quienes nos precedieron.