FÁBRICA DE PUNTO: EL ARTE DETRÁS DE LA MENTE DE FERNANDA MUÑOZ & “LA TEJEDURÍA” EN LA MODA CONTEMPORÁNEA. “La Tejeduría” bajo la dirección creativa de Fernanda Muñoz para Fábrica de Punto, marcó un antes y un después en el trabajo artesanal con hilo, presentando el futuro del lujo tejido. ¿Pero quién es la mujer […]
FÁBRICA DE PUNTO: EL ARTE DETRÁS DE LA MENTE DE FERNANDA MUÑOZ & “LA TEJEDURÍA” EN LA MODA CONTEMPORÁNEA.
“La Tejeduría” bajo la dirección creativa de Fernanda Muñoz para Fábrica de Punto, marcó un antes y un después en el trabajo artesanal con hilo, presentando el futuro del lujo tejido.
¿Pero quién es la mujer que se encuentra detrás de este gran proyecto?
Esa mente creativa que está cambiando la narrativa de esta firma mexicana que mezcla la herencia y el diseño en su trabajo. En una entrevista exclusiva con Fernanda Muñoz por Rodrigo Battista pudimos conocer más sobre su trabajo, la herencia y su inspiración.
¿Quién es la mente detrás de Fábrica de Punto?
Soy Fernanda Muñoz, directora creativa y fundadora de Fábrica de Punto. Mi historia en la moda y la industria textil es más que un trabajo, es un legado. Vengo de una familia que lleva tres generaciones en el tejido de punto en Puebla, así que crecí rodeada de hilos, máquinas y mucho aprendizaje. Desde pequeña, me fascinaba ver cómo de algo tan simple como un hilo, se podían crear piezas que narran historias, nuestra historia. Mi propuesta con FÁBRICA DE PUNTO es reinterpretar lo clásico del tejido de punto, pero con una mirada contemporánea, atemporal y, por supuesto, responsable con nuestro entorno.
¿De dónde nació el concepto de la colección La Tejeduría?
La Tejeduría nació como una manera de explorar el acto de tejer, pero no solo como una técnica, sino como un acto de transformación. Tejer, para mí, es un proceso lento, casi meditativo, y quería que esa pausa en la velocidad de la moda quedara reflejada en la colección. Con La Tejeduría quise darle un giro a la estética de FÁBRICA DE PUNTO, pasando de un minimalismo más funcional a una experimentación muy a nuestra forma con volúmenes y texturas. Quería que cada prenda tuviera una historia que contar, y que esa historia fuera un proceso, no solo un resultado final.
¿Cuáles fueron tus referencias creativas al momento de desarrollar la colección? & ¿Cómo fluyó el trabajo creativo en el estudio?
Me inspiré en muchos lugares, pero la fábrica en Puebla, en donde mi hermano y yo crecimos y las estructuras simples jugaron un papel fundamental. A menudo, veo algo tan cotidiano como una pared de ladrillos o las sombras en una calle y me imagino cómo podría trasladar eso al tejido. El proceso creativo en la fábrica fue muy experimental, y por momentos, nos sentimos como si estuviéramos en un laboratorio, probando nuevas formas, volúmenes y texturas. Fue un reto, pero al mismo tiempo, en la fábrica siempre ha sido un espacio muy libre en donde explorar, tanto mi hermano como yo tratamos de reinterpretar todo lo que hasta ese momento se había construido de una forma más contemporánea y así poder lograr la tejeduría.
¿Cómo fue experimentar este gran cambio en la marca de moda? & ¿Cuáles fueron los retos de producción al desarrollarla al implementar nuevos volúmenes?
Fue un reto emocionante. Al principio, la marca era más funcional, con prendas que tenían un propósito claro y directo. Sin embargo, pasar a algo más experimental y conceptual implicó replantear muchos aspectos del proceso de producción. Un desafío fue, por ejemplo, la construcción de las prendas: encontrar el equilibrio perfecto entre estabilidad y volumen sin perder la esencia artesanal. Además, muchas piezas requerían tejido manual, lo que aumentaba el tiempo de producción, pero eso mismo le daba ese toque tan especial que buscábamos y queríamos comunicar en nuestro debut en Fashion Week, fue una oportunidad que queríamos aprovechar al máximo.
El trabajo de estilismo fue impecable, con un juego en los accesorios que creaban una narrativa interesante y única, ¿De dónde son los sombreros y como se fusionaron al estilo de la pasarela?
Los sombreros fueron el resultado de una increíble colaboración impulsada por los reconocidos estilistas Alberto Rebello y Santiago Araico. Su estilismo dio vida a una pasarela donde cada prenda abrazaba el cuerpo como una segunda piel, creando una simbiosis entre forma y movimiento. Para potenciar el impacto visual, se incorporaron sombreros de Delagarza x Daniel Nystreöm, proyecto increíble con la dirección de Federico Obregón quien crea piezas de arte fuera de lo convencional, Lo que todos quisimos siempre fue innovar sin perder en ningún momento nuestra esencia, manteniéndonos fieles a nuestras raíces mientras expresábamos una visión personal. Queríamos evolucionar más allá de nuestra línea de básicos y así poder demostrar nuestra capacidad que tiene la industria nacional, de poder lograr mediante colaboraciones algo que sume a todos.
En el momento del gran cierre, los espectadores se mantenían emocionados con el trabajo final, levantando sus cámaras para capturar el momento, sintiéndose hasta cierto punto como un performance. ¿Cómo viviste ese momento en backstage?
Fue un momento absolutamente mágico, pero no solo por lo que se veía en la pasarela, sino por todo lo que ocurrió detrás de ella. En backstage, cada persona que formó parte de este proyecto estaba entregando lo mejor de sí desde el profundo amor que todos le tenemos a la industria,. Sin cada una de las personas que formaron parte nada habría sido igual. Cada mano que tocó este proyecto dejó su huella: Juan, José, Rebe, Santi, Beatriz, Fede, Faby, José Manuel, Dany, Benji, Julio, Angie, Juan Pablo, Vale, Iván, Rebeca, Mariana, Fede Obregón, Nuria, Kat, Ana, Sofi, Mara, Clara, TODOS. Y cuando finalmente lo vimos, cuando cada uno de este increíble equipo, con su talento y esfuerzo, logró que todo cobrara vida en la pasarela, entendí que esto no era solo una colección, sino la suma de muchas voluntades, de horas de trabajo compartido, de decisiones tomadas en equipo. La reacción del público fue la confirmación de que lo que hicimos tenía un impacto, pero más allá de eso, fue la prueba de que la moda no es solo un producto comercial, sino un lenguaje colectivo, un arte que solo puede existir cuando muchas personas creen en él y lo construyen juntas con mucha pasión y amor por lo que hacen.
Parte de tu inspiración en tu trabajo se debe a tu pasión por viajar por el mundo, ¿Qué memorias cargas contigo de esos viajes y como te mantienen inspirada?
Cada viaje ha sido una fuente inagotable de aprendizaje y sensibilidad, moldeando mi forma de ver el diseño y la vida misma. Me llevo conmigo no solo imágenes y recuerdos, sino también la esencia de cada cultura, su manera de relacionarse con los textiles y la forma en que la tradición y lo contemporáneo coexisten en su cotidianidad. Me encanta observar cómo los materiales y las técnicas artesanales cuentan historias que trascienden el tiempo, adaptándose a nuevas narrativas sin perder su identidad. Explorar mercados locales, tocar los tejidos, descubrir la meticulosidad detrás de cada textura y entender los procesos detrás de cada prenda ha sido increíble, en cada lugar en el que he tendido la oportunidad de estar. Cada encuentro con personas increíbles y tan diferentes, cada conversación, ha dejado en mí una huella profunda, expandiendo mi visión sobre lo que significa crear con propósito. Me inspiran las historias de quienes preservan y reinventan sus tradiciones a través del textil, dándome nuevas formas de pensar la moda y la sostenibilidad. Cada viaje me ha regalado una perspectiva diferente, desde la sobriedad minimalista de algunos lugares hasta el estallido de texturas y colores en otros. Son esos matices, los que siguen acompañándome y enriqueciéndome en cada nueva colección que desarrollo.
¿Qué momentos recuperas de tus viajes a Kioto o Berlín y cómo se traducen a tu trabajo creativo? ¿Existen rastros de esa “Fernanda” en tu trabajo actual?
Kioto me enseñó la importancia de la paciencia en el trabajo manual, de cómo los pequeños detalles marcan la diferencia. Berlín, por otro lado, me inspiró a cuestionar las formas y tejidos tradicionales. Ambas ciudades, con su energía tan distinta, han dejado una huella importante en la manera en que trabajo hoy. Ese equilibrio entre lo tradicional y lo innovador es algo que intento plasmar en cada colección de FÁBRICA DE PUNTO
¿Qué podemos esperar de Fábrica de Punto para este FALL-WINTER 2025-2026?
El 2025 será un año lleno de exploración y de consolidación. Estamos trabajando en una nueva colección que sigue profundizando en la experimentación con texturas y volúmenes, pero también estamos ampliando nuestros horizontes. Quiero que FÁBRICA DE PUNTO no solo sea una marca de moda, sino un espacio para colaborar con artistas de otras disciplinas, creando algo que vaya más allá de la ropa, en tejido de punto rectilíneo.
Evolucionar es entender de dónde venimos, pero también ser valientes para cuestionar y reinterpretar lo que ya existe. La moda no puede quedarse estancada; tiene que estar en constante transformación. Yo creo en un diseño que respete su pasado, pero que también esté dispuesto a mirar hacia el futuro. La Tejeduría, en ese sentido, es una celebración de esa evolución, un homenaje a lo que hemos sido y una invitación a imaginar lo que podemos llegar a ser.
– Fernanda Muñoz, Julio 2025.
Conoce más del diseño mexicano en nuestra plataforma web y en nuestra página de Instagram. Descubre el diseño en México a través de Volvo Fashion Week México.