El gran cierre de esta edición de Volvo Fashion Week México estuvo a cargo del diseño independiente. Ese que no teme de crear lo que su imaginación le dicta y tome las riendas de lo que la juventud exige. Un punto de flexión importante para la plataforma de moda más grande en México. Pues asegura […]
El gran cierre de esta edición de Volvo Fashion Week México estuvo a cargo del diseño independiente. Ese que no teme de crear lo que su imaginación le dicta y tome las riendas de lo que la juventud exige.
Un punto de flexión importante para la plataforma de moda más grande en México. Pues asegura un nuevo panorama para el diseño nacional y sus diferentes matices creativos.
El día comenzó de la mano de Ppaayyss: Entre galaxias y pasarelas, Pays aterriza por primera vez en Volvo Fashion Week México con Stardust: una constelación de rebeldía, arte y materia luminosa. La moda se convierte en universo, y cada prenda, en una estrella en expansión. De las calles al infinito, del caos al cosmos. Ppaayyss reinterpreta el punk y el grunge en clave estelar, haciendo de su debut un performance. Con una odisea visual que redefine las siluetas del streetwear contemporáneo, proponiendo una visión diferente de la vida en el futuro con piezas en denim y estrellas en acero, pelucas coloridas, bolsos metálicos y piezas tejidas en punto en color neón.
Coppel irrumpe en la moda con STRONA, su nueva marca que debutó en el Volvo Fashion Week con siluetas atrevidas, denim audaz y una vibra western que reescribe las reglas del estilo contemporáneo. Esto no es una tendencia, es una declaraciónConectando las tendencias globales con una propuesta accesible y atractiva para todos, inspirada en el ADN original del vaquero del medio oeste y la simpleza contemporánea.
Blackmamba presentado por Casetify vuelve a recordarnos que la moda no busca agradar, sino provocar. Su nueva propuesta se mueve entre la tensión y la elegancia, entre la oscuridad del instinto y la pureza del diseño.
Cada prenda es una declaración sobre el cuerpo como territorio de resistencia, una extensión de la personalidad que no teme el exceso ni el silencio. Con siluetas que desafían la norma, escotes y texturas que respiran peligro y una narrativa angelical en los accesorios y los matices de color presentados en pasarela a contraste del castillo rosa a la mitad del escenario.
Y por primera vez en la historia de Volvo Fashion Week México, el cierre se vuelve en un show doble, liderado por Sentimiento y Ayanegui presentados por Adidas. Una mezcla que rinde tributo al sabor real del street wear en México.
Sentimiento, convirtió la pasarela en una declaración : tracksuits y jerseys reciclados de la casa se transformaron con encajes, tules y fragmentos lúdicos que evocan inocencia, sueños y pesadillas, una propuesta de moda como memoria y resistencia. Con piezas que fluyen entre lo real y los sueños: chalecos hechos con tarjetas, pistolas de agua y moños decorativos que se arrastran.
Con un concierto intermedio por parte de Emjay, la pasarela se convirtió en escenario al ritmo de sus hits que abrían paso a la presentación de Ayanegui.
Ayanegui —presentado de la mano de Adidas— exploró el “otro yo”: esa sombra que nace en los extremos, entre colapso y claridad, con una estética que mezcla fuerza y sensibilidad en siluetas que dialogan con la exposición pública. Las piezas simbólicas de colección fueron los trajes intervenidos en cuero, el abrigo de fur y las balaclavas adídas. Un momento histórico para la moda en México.
Volvo Fashion Week México continúa avanzado hacia un futuro incluyente y consciente. Con proyectos que representan ese abanico de matices creativos, bajo una decisión curatorial que liga la experimentación textil, sostenibilidad y la energía disruptiva a juego con el talento establecido y el lujo.